La noche de Cancún topó a la joven pareja y se apoderó de ellos en la recámara, y ahí encerrados, los protegió de todo pesar y angustia llevándolos al paraíso de dos cuerpos y dos almas en la suave danza de la entrega total. Los placeres disfrutados rebasaron la mera furia del desahogo animal y flotaron en un trance inolvidable. El cuerpo de estatua de mujer perfecta de ella quedó tostándose al sol sobre gigantesca toalla en la terraza frente al mar turquesa, mientras seguían celebrando el encuentro con caricias exquisitas. Sus mentes sublimadas por las delicias recibidas, advirtieron que se habían hecho cómplices de no corromper los instantes vividos con conversaciones ni formulismos, simplemente se aceptaron sin estudiarse a través de la palabra , ni de los ritos sociales de cortejo, les bastó con entregarse al gran sentimiento que causó el encontrarse él con ella.
Al terminar los días de asueto ambos reingresaron a la senda que cada uno tenía encarrerada y plantada de deberes, ella con su instituto de yoga en el Distrito Federal de México, él con su carrera de actor que lo llevaba a Puerto Rico para la película y de ahí a Nueva York para avanzar en su medio, y había que despedirse y quedar el uno para el otro como un recuerdo muy amado.
Al momento del adiós en el aeropuerto, ella hizo una pregunta antes de partir rumbos:
-----¿Y si saliera yo embarazada, como nombraríamos al bebé?----
----Pónle Bogart.----
----¿Así te llamas tú?----
----No, así se llamaba mi actor favorito.----
-----¿ Y porqué no ponerle tu nombre?----
----Porque yo soy estéril.------
ENGLISH VERSION.
The Cancun night posessed the young couple beyond their expectations. A passion with no need for words, nor even for a semblance of a courtship ritual, no dating or going out to dance.
A sweet, resplandescent , mesmerizing phenomenon of body magnetics; just to give that loving rapture a name; wrapped around them melting any kind of resistance; it all became skins and flesh transmitting warmth, and a cascade of kissing and caressing in every possible sort of body and spirit pleasure and delight.
A sexual encounter one could call fit for angels had them floating in bed for hours, charging them with an energy of bliss neither one knew existed.
When the holiday weekend ended, they found themselves bound to the dharma of their own careers,; she had to fly to Mexico City to run her yoga Institute; he had to go to New York to complete his next step of destiny in his actor's career.
As they sipped on refreshments at the airport bar before their flights, somehow she came up with a question:
----If I were pregnant, what would you want the baby's name to be?----
----Name him Bogart.---- he said.
----Is that your name?---- she asked.
-----No. That's the name of my favorite actor. I'm sterile.---
Friday, December 2, 2011
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