Marianita le soportaba todo a Ramiro. Incluyendo la costumbre de hacer el amor mientras veía el juego de futbol en la tele. Pero ésta sería la última que le aguantaba. Bastante dolor de por sí le causó a ella ver perder al Barsa cinco a uno contra el Real. Pero la presencia del amigo porrista sentado ahí en la cama conyugal y coreando los goles la consideró muy pasada de la raya.
ENGLISH VERSION.
Mary Ann would put up with just about anything coming from Andrew. Even that habit he had of watching the soccer game on t.v. while they made love. It was painful enough for her to see her team the Barsa loosing five to one against the Real Madrid. But the presence of Andrew's friend sitting there on their bed and cheering the goals,to her that was crossing the line.
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jaja, y seguro que no traía cervezas ni aperitivos...
ReplyDeleteUn abrazo, Carlos.
Claro que no Sete, ésos solo traen el apetito o algunos invitados.
ReplyDeleteBeso tu gloriosa presencia que ilumina éstas páginas que advierten al mundo como sobrevivir sin terminar debiendo.
Ya aguantarle el hecho de hacer el "amor" durante un partido (si se lo puede llamar así en esas circunstancias), me parece una enormidad.
ReplyDeleteQué imaginación Carlos...
Besos.
Que puedo decirte Bella Mirella, son cosas que luego ocurren.
ReplyDeleteBesos.
Lo que faltaba, el colmo de la mujer de un futbolero.
ReplyDeleteMenos mal que al mío no le gusta, el fútbol digo.
que ocurrencias se te ocurren!
Besos de gofio.
Gracias por comentar Gloria.
ReplyDeleteCon tanta promoción deportiva ésto pudo ocurrir en una final de tenis o en alguna carrera de caballos; claro que en ése caso habría que apresurarse.
Imagínate como se viven estos clásicos desde aquí mismo a tiro de piedra, en mi caso a 600 km., del campo.
ReplyDeleteHay gente que ha enviado a su mujer con su suegra para disfrutar del partido con sus amigos y sin recriminaciones pero lo bueno es que ahora las tornan se han cambiado y se han hecho más fanáticas ellas que ellos. La guerra puede ser al revés,
Un cordial saludo.
Cierto Doctor.
ReplyDeleteLos tiempos cambian y se adaptan a las costumbres e influencia del sexo en la publicidad deportiva.
El futbol suple al circo romano, las parejas se deshiniben y la tele les permite compartir el campo y la cama como demuestra éste relato de algo que le aseguro ha de ocurrir muy a menudo. Por lógica.
Muy goleador el porrista.
ReplyDeleteabrazos tocayo
Celebratorio se podría decir Tocayo.
ReplyDeleteIguanas.
Lo importante, tanto en el fútbol como en el sexo, es «meterla», y este micro lo refleja en exceso, ja.
ReplyDeleteLa genialidad al mango, Carlos.
Saludos.
Raúl gracias por unirte a la celebración de tanta alegría sexual y deportiva. Freudiano tu comentario.
ReplyDeleteSaludos.
¡¡Muy bueno!!
ReplyDeleteMe imagino un River, Boca de Argentina y en semejante situación; terrible.
mariarosa
Cierto María Rosa. Un clásico así además hubiera convocado la reunión de barras, y ya no sabría uno a quien celebran.
ReplyDeleteGracias por asistir a éste relato laudatorio del amor y del deporte.
¡Es que Marianita no entiende de pasión futbolística!
ReplyDeleteUn abrazo grande, Carlos.
HD
Te diré Humberto, la está asimilando.
ReplyDeleteAbrazos.
Qué bueno es reírse de vez en cuando. Me he imaginado la escena, claro que mí no me gusta el fútbol. Eso sí que es juego en equipo, digo.
ReplyDeleteCierto Ximens, mejor reír que amagarnos ante las irrealidades del presente.
ReplyDeleteBuenísimo, Carlos, me sacaste una sonrisa.
ReplyDeleteSaludos.