Belinda y Juan vivieron una historia de noviazgo cuyo extremo romanticismo y brevedad los llevaron a unirse en matrimonio a la usanza clásica antigua. Para el resto de sus vidas.
Aunque se trataron pocos meses tuvieron una conexión espiritual tan intensa que los envolvió en total confianza y armonía.
Un buen día , él le reveló muy ruborizado una situación de su vida personal, para evitar que se fuése a provocar un distanciamiento de pareja. Con su estilo directo y sincero le expresó:
----Mira Belinda, soy propietario de un negocio sólido y próspero con el cual tengo la seguridad de mantenernos bien como familia y me apena pedirte que jamás te pares por ahí. No es un sitio a tu altura, proliferan la bebida , las mujeres de la vida airada, y hombres que a voces expresan todo tipo de vulgaridades.---
Ella docilmente aceptó, y nunca siquiera se acercó. Total si su marido era dueño de un bar o puticlub, éso era negocio de hombres, y ella se dió su lugar.
De lo que Belinda jamás se enteró, es que el negocio de Juan no era un puticlub, sino un despacho de contabilidad.
ENGLISH VERSION
This was the love story lived by Belinda and Johnny. After a brief three month courtship, they sealed wedding vows until death does them part.
From the very start it was all trust and harmony. Truly romantic.
On a good day Johnny spoke with Belinda, and with a face crimson red with blushing, he told her:
----Belinda dearest, I own a solid productive bussiness that will always keep us afloat through the economy, we will live in prosperity as a family. But I must admit it is not a place worthy of you. It is a haven for the wicked, always filled with loose women, alcoholic beverages and foul mouthed men. I never want to see you in this atmosphere.----
And she agreed and complied with his wishes. What the heck, if her husband made a living as a bar owner, she had no reason to be there. Men could handle that kind of dive and still be faithful.
What Belinda never found out was that Johnny did not own a bar, but an accounting office
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Jejeje. Magnífico paralelismo, Carlos. Has dado en la clave de los sobreentendidos. Pobre Belinda.
ReplyDeleteBuen trabajo.
Un abrazo,
:-D
ReplyDeleteél lo describió tal como lo veía, no hubo mentira... tal vez si malentendidos!
Saludos Carlos
Piensa mal... y te quedarás corto :)
ReplyDeletejajaja !!! Genial.
ReplyDeletePero... ¡Soy contable y me llamo Juan!
Uyuyuy...
Pervertidos, contadores... Qué diferencia hay?
ReplyDeletejajjajaja siempre la mente se nos pierde por otras laderas.
ReplyDeleteGracioso, al menos a mí me lo parece.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin